jueves, 11 de febrero de 2010
Reco rios
Contó dieciseis cigarros en el cenicero, hizo sus cuentas, serían las seis o por ahí, se frotó la cara con las manos, soñó un vuelo rasante a traves de los coches, al doblar la esquina de golpe, pum, no se lo conseguía sacar de la cabeza. La bicicleta ya no pesaba bajo sus piernas, se deslizaba, como en su sueño, doblo la esquina y...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario