viernes, 29 de enero de 2010

Redondel

luna tan llena que me vacía de viernes, no hay nada que apetezca ser esta noche, ver pelis hasta que se cansen los parpados y comer y fumar hasta sentirme horrible conmigo, que horror de pensamientos que se agolpan, descuadrandome la vida, ojala llegue por fín.
Se empapaba de mermelada por el cuerpo, pero seguía sin sentirse dulce, destrozaba lo que tocaba con los dedos, como el rey midas de la mierda, horchata de caspa en la cabeza, era tan feliz que daba miedo, no le apetecía sentir sino la nada.

sábado, 16 de enero de 2010

Tos

Pica desde la boca hasta el esternón, ese humo denso que respiro, cuando no se bien que hacer, cuando la vida... o cuando yo aburro a la vida, lágrimas se cristalizan antes de salir, bastante antes, casi a la altura de los mocos, que horrible es la necesidad constante de ser feliz, no me atrevo a ondular, pendular, constante en lo único que no debería de ser constante, el alud que lleva ojos, el cielo encima de una sonrisa, salir a pescar para convertirse en invitado, pagafantas o lo que siga, maldito ser destronado, convertirse cada vez en uno distinto, cada día, no de los que soy siendo, sino de los que nunca seré, quizá por miedo.

viernes, 1 de enero de 2010

Caínito

Este día, uno o seis, que más da.
Arrastrando los pies pegados al suelo, no vaya a derrapar la rueda, se lo que se, no se muchas cosas, las mentiras a veces son piadosas, la luna llena llenó de noche la noche misma.
Silbando, el otro día me comunique silbando y tocando una bocina instalada en uno de los mofletes de mi culo, me embriago la risa, me miraron las chicas, alguna me hizo hablar, cambiante como el clima, será mi lado femenino desarrollado.
Salir con el cigarro encendido, las gafas de ver a traves de los cuerpos, puesto de música hasta las orejas, un susto y todo es bueno de pronto, caín, descalzo.
Un desprecio, un odio de adentro, que malo es no poder perdonarse.